- On 10 de octubre de 2017
- In Aves Tinamú Colibríes Colombia Colombian Hummingbird Noticias
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Variaciones, alteraciones de color y aspectos reproductivos del Colibrí Collarejo Florisuga mellivora
Variaciones, alteraciones de color y Aspectos Reproductivos del Colibrí Collarejo Florisuga mellivora en la Reserva Natural Tinamú.
El Colibrí Collarejo es una de esas joyas aladas que pueden observarse en la Reserva Natural Tinamú, junto con algunas especies más de colibríes, el Florisuga mellivora puede observarse de manera permanente en los livaderos de los jardines de la reserva, de igual manera dentro del Bosque Cafetero, este es uno de los responsables de la polinización del café y otras plantas en nuestro bosque.
Esta hermosa creación de la naturaleza posee un diseño de patrones y colores únicos e inconfundibles. Al igual que muchas otras aves, en esta especie de colibrí podemos ver lo que se conoce como dimorfismo sexual, es decir que el macho y la hembra poseen colores y patrones de color completamente diferentes, a tal extremo que machos y hembras parecen especies diferentes. El macho tiene una capucha que incluye cabeza, cuello y pecho de color azul eléctrico brillante, con una media luna blanca en la parte inferior de la nuca, que le da el nombre de collarejo; la espalda, rabadilla, coberteras alares y plumas centrales de la cola, son de color verde iridiscente, y el abdomen, vientre y resto de cola de color blanco inmaculado. El pico y las patas son de color negro.
En el caso de la hembra, en esta especie en particular tiene una variación de color muy amplia y que actualmente está comenzando a ser estudiado y que ha producido muchas confusiones.
Aunque la mayoría de las hembras poseen un patrón de color que se repite y que podría considerarse el patrón y color “normal”, existe un porcentaje de ellas que tienen patrones que podrían ir desde pechos completamente uniformes donde solo se muestra el color base a pechos espesamente escamados y por supuesto, un porcentaje de mayor o menor escamado en el pecho. Asimismo, existen hembras que tienen variaciones del color base del pecho, que podría ir desde un color crema canela hasta blanco inmaculado.
De igual modo el tono de verde y el patrón de distribución de diferentes tonos de verde varía entre cada ejemplar. Algunas hembras pueden ser de un color verde esmeralda azuloso, hasta un verde oliva o con combinaciones de varios tonos de verde.
Sin embargo lo más impresionante respecto a las variaciones de color de las hembras de Colibrí Collarejo es que un porcentaje de hembras pueden tener el mismo plumaje de los machos.
Del mismo modo que se presentan variaciones respecto a los patrones de color y de tono de color en su forma más femenina, cuando se presenta el color de machos en hembras, esto podría variar mucho también. En algunos casos presentan coloración de hembra en el cuerpo y cola, pero tienen la cabeza azul, o manchada de verde y azul. Eso en los casos más leves, pero pueden ir hasta tener el abdomen, vientre y cola blanco sucio o inmaculado, cabeza azul opaco, lo que podría confundirse con un macho juvenil. En la mayoría de los casos presentan una mancha color canela clara en la base del pico, en la zona maxilar y podría o no bajar por los lados del cuello, igualmente una mancha canela clara irregular que va desde la parte superior de la espalda hasta la rabadilla. Esta mancha canela clara en la zona maxilar es la manera de identificar a las hembras con alteración extrema de color, otra forma de reconocerlas es por la banda terminal negra en la cola, que es mucho más gruesa que en los machos. Vale mencionar que estos patrones de color nunca los presentan los machos juveniles, estos se caracterizan por salir del nido con el mismo patrón de color de una hembra adulta pero con colores muy opacos y manchados de gris, a medida que van mudando el plumaje, el color de macho va saliendo de manera intercalada, hasta que lo completan al final de la primera muda. Y el caso más extremo de alteración del color de la hembra es que presenta el color del macho adulto, tanto en patrones de color como en intensidad.
Cuando en una especie se presenta el dimorfismo sexual, se supone que el color atractivo y vistoso del macho lo ayudará a tener éxito en la transmisión de sus genes a través de la reproducción. De igual modo, el color opaco, verdoso, parduzco, grisáceo de las hembras pueden verse como garantía de éxito en la reproducción, ya que esos colores le permitirán camuflarse en el entorno y poder incubar huevos y criar pichones, y ya que son polígamos y son los machos los que defienden sus territorios, los pichones poseen los colores y patrones de color de las hembras, lo que le permite pasearse por diferentes territorios sin ser atacado, hasta que lleguen a su madurez sexual después de terminar la primera muda.
Cuando se presentan casos extremos de alteración de color en las hembras de una especie con dimorfismo sexual, no sabemos cómo interpretarlos, y parecieran no existir razones obvias para que estas alteraciones se den en la naturaleza. Tampoco se tiene claro si estas alteraciones puedan ser transmisibles genéticamente o si sean temporales o permanentes.
Muchos se preguntaran cómo distinguir machos de hembras con alteración extrema de color. Pues bien, en el caso de las hembras con alteración leves generalmente poseen esas manchas canelas en los lados de la cara, y solo algunas también las tienen en los lados del cuello y en la espalda, que los machos juveniles nunca presentan, no obstante en los casos de alteración de color extremo, la única forma seria conseguir una de estas hembras echadas incubando huevos o copulando, aunque recordemos que en la naturaleza también se presentan casos de alteraciones sexuales y podríamos ver dos machos copulando.
En la Reserva Natural Tinamú, en Manizales Colombia, reportamos hace poco el caso de un Colibrí Amazilia coliazul – Amazilia saucerrottei melánico, hoy presentamos una hembra de Colibrí Collarejo Florisuga mellivora con alteración extrema de color, que presenta la coloración de macho adulto, en patrón de color e intensidad.
Para entender un poco más lo que la naturaleza nos presenta en este caso, permítanme extenderme un poco en aspectos reproductivos de los colibríes en general, y en especial en el Colibrí Collarejo.
Los colibríes como muchos otros grupos de aves son polígamos, es decir que un macho o hembra puede copular y reproducirse con varios individuos. Sin embargo los machos tienden a establecer territorios que defiende enérgicamente de otros machos durante la época de cría, por lo que se podría suponer que un macho que defiende un territorio podría tener varias hembras. En algunos casos, especies como el Ermitaño Verde Phaethornis guy hacen “lecks” donde se reúnen varios machos a hacer demostraciones prenupciales y donde el “macho alfa” fertiliza a varias hembras.
Durante la época de reproducción son las hembras las que se encargan de la construcción del nido, que dependiendo de la especie podría ser en una rama delgada, sobre una hoja o incluso debajo de hojas de heliconia o bananos. Y a diferentes alturas según la especie, algunas a pocos centímetros del suelo y otras a alturas mayores a 15 metros del suelo. Las hembras usan una gran variedad de materiales para la construcción de los nidos y el tamaño, la forma y estructura del nido podría variar mucho entre diferentes especies. Normalmente los nidos internamente tienen forma de copa y están hechos con materia vegetal que unen entre sí con telaraña y adornan en su exterior con musgos líquenes, lo cual les da un aspecto camuflado. Las hembras de colibrí normalmente ponen 2 huevos, y son ellas las que se encargan de la incubación y la crianza de los pichones.
En el caso de los Colibríes Collarejo, la hembra selecciona una hoja a alturas que podrían variar entre 1 metro del suelo a casi los 2 metros, sobre la cual construirá el nido. Esta hoja puede ser de heliconia, palma, o cualquier otra especie vegetal que le proporcione una superficie casi horizontal y estable donde pueda construir el nido, en la mayoría de los casos, los nidos tienen otra hoja ubicada paralela sobre este lo cual le protege de la lluvia. En todos los casos los nidos de esta especie se construyen dentro del bosque, y como en otras especies de colibríes, en esta especie, es la hembra la que se encarga de la construcción del nido, la incubación y la crianza de los pichones.
Teniendo esto en cuenta podemos determinar que estamos frente a un caso de hembra con alteración extrema de color, presentando la coloración de un macho adulto.
Gracias a la permanente observación, recopilación de información en campo y su análisis, en la Reserva Natural Tinamú, estamos permanentemente contribuyendo con la divulgación de datos importantes sobre diferentes aspectos de la Historia Natural de fauna y flora que aquí tenemos. Y son justamente estos eventos que fortalecen nuestro compromiso por continuar estudiando y protegiendo, así como divulgando datos sobre nuestras aves, y vida silvestre en general.
Leyenda de la ilustración:
Parte superior de izquierda a derecha:
1 Macho adulto o hembra con alteración extrema de color, 2 hembra con alteración de color con mancha maxilar color canela, 3 macho juvenil, 4 hembra cobriza con pecho canela (Esta fase puede presentar diferentes grados de escamado, desde casi nada a muy escamado)
Parte interior de izquierda a derecha:
5 Hembra forma “normal”,6 y 7 cola de hembra con alteración de color y cola de macho, 8 hembra con alteración de color con mancha canela en la zona maxilar, lados del cuello y espalda, 9 hembra con color verde esmeralda azuloso, 10 hembra con pecho blanco, 11 hembra oliva con escamado oliva-crobrizo, 12 hembra verde con escamado azul.
Vale destacar que la variación de color y patrones de color tienen casi infinitas combinaciones.
Por ejemplo hembras esmeraldas con pechos blancos, o hembras olivas con pechos blancos o poco escamado, o hembras con dos tonos de verdes, corona, nuca y manto verde brillante y lados del cuello y pecho oliva, o hembras oliva con cabezas azules etc.
Bibliografia.
Colibries de Mexico y Norteamerica, de Maria del Coro Arizmendi, 2014
Bird plumaje Variation and Abnormalities, the Cornell Lab Bird Academy
Artículo por: Jesús de Orión